DANIEL MARCET, Director General del FIAP.

“Allá por el año 1987, me marcó mucho mi primer contacto ‘en serio’ con el FIAP. Yo era redactor en Brasil en W/GGK y volví a Buenos Aires. Por ese entonces, el festival era organizado por cuatro países: Argentina, Brasil, España y Uruguay. Y la sede era Punta del Este, así que fue una edición muy simpática, enmarcada en la playa. Ese año la agencia de Olivetto, que por entonces se llamaba W/GGK, arrasó con los premios del FIAP. Y una de las mejores piezas de la historia de la publicidad, el comercial español Pippin, de Contrapunto, se llevó el Grand Prix de Televisión (más tarde, ganó también el Grand Prix de Cannes). Fue, además, un año memorable, porque al siguiente se decidiría que Buenos Aires fuera la nueva sede permanente del festival.
A fines de los ‘80 y principios de los ’90, España era el gran referente en publicidad. Sus trabajos eran dueños de una simpleza y contundencia tales que hacían que todos quisieran hacer publicidad ‘a la española’. Brasil, por supuesto, no dejaba de sorprender también con su alegría y desenfado. La gráfica brasileña ha sido y es una de las mejores del mundo. El arte presente en sus piezas es algo que siempre destaqué, y es una realidad que, más allá de haber ocupado altos cargos gerenciales, los directores de arte brasileños nunca dejaron de serlo. Ejemplos sobran: Petit, Zaragoza, Serpa...
Algo que no puedo dejar de mencionar evaluando la historia del festival es que, durante todos estos años, fue un placer que los creativos más importantes de la región hayan pasado por el FIAP, no sólo como jurados sino como conferencistas. John Hegarty, Dan Wieden, Luis Bassat, Washington Olivetto, Nizan Guanaes, Bob Isherwood, por nombrar sólo algunos.
En la evolución del FIAP, también fue lindo ver cómo el festival pasó de la escala regional a la internacional. Allá por el año 2000, cuando comenzamos a llevar la torta del festival al continente europeo, se despertó nuestra presencia a nivel mundial y, además, nos convertimos en referente e influyente de ideas para la creatividad publicitaria de los países de Europa Central y del Este. Humildemente, creo que aportamos un granito de arena a la evolución creativa de la tanda en esos países (Polonia, República Checa, Eslovenia) y que los resultados se pueden ver en sus creaciones de los últimos años.
Además, el proceso de conquista de la escala internacional tuvo su punto máximo cuando, tres años atrás, inauguramos una instancia superior en la competencia: THE CUP. Que el propio Donald Gunn haya decidido otorgar en el Gunn Report el mismo puntaje a los ganadores de THE CUP que a los de Cannes es una satisfacción muy grande. Es haber llevado el FIAP a una escala internacional merecida por la industria. Hoy ya no se puede hablar del FIAP sin hablar de THE CUP.
A su vez, en la región ha sido un placer haber aportado a ciertos países el puente para su proyección en el mundo. El FIAP no sólo funciona como termómetro para lo que sucederá el resto del año en el territorio de los premios sino que abre las puertas a los trabajos para su participación en otras instancias internacionales. Un trabajo galardonado en FIAP se asegura una mirada del mundo en la siguiente competencia mundial.
Como frutilla de la torta, este año tenemos el orgullo de haber presentado el primer Salón de la Fama de Iberoamérica, un lugar para honrar a quienes fueron construyendo la publicidad de la región en todos estos años. Creo que el FIAP es el único festival que tiene entidad para hacer realidad este sueño”.