DAN WIEDEN, co-fundador de Wieden+Kennedy.

“Mis recuerdos del FIAP siguen siendo muy vívidos, después de todos estos años. Lo cual es increíble, ya que en estos días apenas puedo recordar mi propio nombre. La generosidad, la calidez y la franqueza a la hora de discutir eran como un respiro de aire fresco.
En aquél entonces me encontré con el extraordinario poder del trabajo latino en gráfica, pero también vi muestras de film que me generaban envidia por su belleza, sofisticación y agudeza. Supongo que lo que tuvo más valor para mí fue que me sentía verdaderamente libre para decir lo que pasaba por mi cabeza, sin tapujos, y sentir que me escuchaban, incluso tratándose de temas muy controversiales en aquella época. En aquél viaje llevé conmigo a mi nieto, Ben, que entonces tenía 10 años y era muy tímido. Sin embargo, ya no era tan tímido cuando regresó a Estados Unidos. Él no veía por qué las chicas, una vez que volviera a casa, no habrían de decirle ‘hola’ y ‘chau’ también con un beso”.